Hoy es miércoles, 6 de abril y esta semana estamos orando a través de los acontecimientos que llevaron a la ejecución de Jesús.

Juntos vamos a orar (O.R.A.R.) de forma muy sencilla cada día – ‘O’: OBSERVAR/parar y estar quietos. ‘R’ – REGOCIJARNOS con un Salmo y REFLEXIONAR en un pasaje de la Biblia. ‘A’ – APELAR/pedir a Dios que nos ayude a nosotros y a los demás y ‘R’ – RENDIRNOS a su voluntad en nuestras vidas pase lo que pase.

Haz una pausa

Ahora, al iniciar mi tiempo de oración, hago una pausa para estar quieta; para respirar lentamente, para re-centrar mis sentidos, que se encuentran dispersos, delante de la presencia de Dios.

Haz una pausa y ora

Oración de Enfoque

Jesús, Tú eres el camino, la verdad y la vida. A través de esta época de Cuaresma, mientras medito en tu Santa Pasión, que mi amor sea reavivado, para que pueda vivir sacrificada y enteramente para Ti.

Regocijarse y Reflexionar

Hoy escojo regocijarme en la soberanía de Dios, uniéndome a la alabanza ancestral de todo el pueblo de Dios en las palabras del Salmo 99…

El Señor se sienta con majestad en Jerusalén,
    exaltado sobre todas las naciones.
Que ellas alaben tu nombre grande y temible.
    ¡Tu nombre es santo!
Rey poderoso, amante de la justicia,
    tú has establecido la imparcialidad.
Has actuado con justicia
    y con rectitud en todo Israel.

Salmo 99:2-4a (NTV)

Haz una pausa y ora

Jesús está siendo juzgado. A pesar de ser acusado falsamente, se ha negado a defenderse y ahora está en el centro de un juego político…

Ahora bien, durante la fiesta el gobernador acostumbraba soltar un preso que la gente escogiera. Tenían un preso famoso llamado Barrabás. Así que, cuando se reunió la multitud, Pilato, que sabía que le habían entregado a Jesús por envidia, les preguntó:
―¿A quién queréis que os suelte: a Barrabás o a Jesús, al que llaman Cristo?

Mateo 27:15-18 (NVI CST)

Dos hombres muy diferentes con el mismo nombre se presentan ante Jerusalén. El primero, Jesús Barrabás, protestó violentamente contra la ocupación romana (Marcos 15:7). El segundo, Jesús de Nazaret, se negó a tomar las armas, incluso para defenderse (Lucas 22:50-51). Barrabás y sus amigos estaban dispuestos a matar para ver a Israel liberado, pero Jesús estaba dispuesto a morir para ver al mundo liberado.

Apelar / Pedir

¿Cómo afronto los conflictos? Si soy honesta, ¿me parezco más a Barrabás, enfrentándome agresivamente a quienes me opongo, o a Jesús, buscando la paz y la justicia a través del amor desinteresado?

Haz una pausa y ora

Pienso en una nación que está atrapada en un conflicto ahora mismo…

Dios: te pido que levantes pacificadores que puedan trabajar juntos para encontrar una paz rápida y justa.

Haz una pausa y ora

Rendirse

Al volver al pasaje escucho una palabra o frase en particular que el Espíritu Santo me está resaltando hoy…

Ahora bien, durante la fiesta el gobernador acostumbraba soltar un preso que la gente escogiera. Tenían un preso famoso llamado Barrabás. Así que, cuando se reunió la multitud, Pilato, que sabía que le habían entregado a Jesús por envidia, les preguntó:
―¿A quién queréis que os suelte: a Barrabás o a Jesús, al que llaman Cristo?

Mateo 27:15-18 (NVI CST)

¿Qué palabra o frase me ha llamado la atención de estos versículos?

Me llaman la atención las palabras “interés propio”. Fueron los líderes judíos los que entregaron a Jesús a Pilato para silenciar al hombre que desafiaba su autoridad. Prefirieron ver a Jesús muerto antes de que minara su poder. 

Haz una pausa y ora

Oración de Rendición

Jesús: a menudo actúo por mi propio interés. Quiero el poder porque me hace sentir segura. Hoy elijo tu camino. Enséñame a no dar importancia al poder y a actuar en interés de los demás.

Promesa de Rendición

Y ahora, mientras me preparo para llevar este tiempo de oración al día que tengo por delante, el Señor, que me ama, dice en Mateo: 

Y el que no toma su cruz y me sigue no es digno de mí. El que se aferre a su propia vida la perderá, y el que renuncie a su propia vida por mi causa la encontrará.

Mateo 10:38-39 (NVI CST)

Oración para concluir

Padre, ayúdame a vivir este día al máximo, siendo auténtico contigo en todo.
Jesús, ayúdame a darme a los demás, siendo amable con toda la gente con la que me encuentre.
Espíritu, ayúdame a amar a la gente que se encuentra perdida, proclamando a Cristo en todo lo que digo y hago. 
Amén.