Hoy es jueves, 10 de marzo, fiesta de la abolicionista Harriet Tubman, que murió este día en 1913. En los días de fiesta nos detenemos para celebrar las historias y aprender de las vidas de los héroes de la fe, cuyo testimonio colectivo encarna nuestras seis prácticas en el corazón de Lectio 365. Éstas son: Oración y creatividad, justicia y hospitalidad, aprendizaje y misión. Por ello, hoy damos gracias a Dios por el extraordinario ejemplo de Harriet Tubman, una heroína de la justicia.

Haz una pausa

Ahora, al iniciar mi tiempo de oración, hago una pausa para estar quieta; para respirar lentamente, para re-centrar mis sentidos, que se encuentran dispersos, delante de la presencia de Dios.

Haz una pausa y ora

Oración de Enfoque

Padre Dios: abre mis ojos, agita mi corazón y enséñame cómo: ‘Practicar la justicia, amar la misericordia, y humillarme ante…’ ti hoy. (Miqueas 6:8)

Regocijarse y Reflexionar

Hoy escojo regocijarme en el poder salvador de Dios, uniéndome a la alabanza ancestral de todo el pueblo de Dios en las palabras del Salmo 18…

Te amo, Señor;
    tú eres mi fuerza.
El Señor es mi roca, mi fortaleza y mi salvador;
    mi Dios es mi roca, en quien encuentro protección.
Él es mi escudo, el poder que me salva
    y mi lugar seguro.
Clamé al Señor, quien es digno de alabanza,
    y me salvó de mis enemigos.

Salmo 18:1-3 (NTV)

Haz una pausa y ora

Araminta Ross nació como esclava alrededor de 1820 en Maryland, Estados Unidos. Nunca aprendió a leer ni a escribir, pero su madre le llenó la cabeza de historias bíblicas. La autora e historiadora Catherine Clinton escribe:

‘A medida que crecía, su fe y su destino se entrelazaron poderosamente. El año 1849 se convirtió en un punto de inflexión. Para cumplir mejor su destino, se dio cuenta de que debía buscar activamente un papel en el plan de Dios, en lugar de dejar que otros dictaran su camino… ya no podía tan solo seguir suplicando y confiando en la oración para la liberación. Tenía que combinar la fe con la acción. Al escapar al Norte, sintió que estaba haciendo la voluntad de Dios’.

Catherine Clinton, Harriet Tubman: The Road to Freedom.

En una extraordinaria fuga consiguió la libertad en Pensilvania y, como era habitual entre los esclavos fugados, adoptó un nuevo nombre: Harriet Tubman. Harriet recibió la ayuda del Ferrocarril Subterráneo. 

No contenta con dejar a su familia en la esclavitud, Harriet se convirtió en “conductora” del ferrocarril, rescatando a muchos de los miembros de su familia y a cientos de otros y acompañándolos a la libertad. Recibió el nombre en clave de Moisés y se convirtió en una de las principales abolicionistas de su época. Su éxito llevó a los esclavistas a ofrecer una recompensa de 40.000 dólares por su captura o muerte.

Thomas Garret era un jefe de estación en el Ferrocarril Subterráneo, y su observación de Harriet fue:
‘Nunca conocí a ninguna persona de ningún color que tuviera más confianza en la voz de Dios hablada directamente a su alma’.**

‘Podía eludir a las patrullas y a los perseguidores con tanta facilidad y despreocupación como un águila surca los cielos. Tenía “fe en Dios”; siempre le preguntaba qué debía hacer y le pedía dirección, “cosa que Él siempre hacía”. Hablaba de “consultar con Dios”, o “pedirle”, como se consulta a un amigo sobre asuntos de negocios; y decía: “Él nunca me engañó”.***

Durante la Guerra Civil sirvió como exploradora y enfermera. Se la considera la primera mujer afroamericana que sirvió en el ejército.  En sus últimos años siguió defendiendo la justicia; esta vez se unió a la lucha por los derechos de la mujer.

A Harriet se le atribuye la frase:
‘No fui yo, fue el Señor. Siempre le dije a Él: confío en ti.
No sé dónde ir o qué hacer, pero espero que Tú me guíes.
Y Él siempre lo hizo’.****

Apelar / Pedir

¿Hay alguna situación con la que he estado luchando, algo por lo que he estado orando, en la que ahora necesito combinar la fe con la acción?

Haciendo la oración de Harriet mi oración, oro: “Dios, confío en ti. No sé a dónde ir, ni qué hacer, pero espero que me guíes.’

Haz una pausa y ora

Dios: te ruego que sigas levantando abolicionistas para combatir la trata de esclavos en nuestros días; aquellos que con valentía y sacrificio vayan detrás de las líneas enemigas y lleven a la gente a la libertad.

Haz una pausa y ora

Rendirse

Harriet a menudo predicaba sobre el poder de la persistencia:
‘Si estás cansado, sigue adelante; si tienes miedo, sigue adelante; si tienes hambre, sigue adelante; si quieres probar la libertad, sigue adelante’.****

Haz una pausa y ora

Oración de Rendición

Dios: hoy me apoyo en la gracia que es suficiente para mí; en tu poder que se perfecciona en la debilidad (2 Corintios 12:9), y hoy sigo adelante.

Promesa de Rendición

Y ahora, mientras me preparo para llevar este tiempo de oración al día que tengo por delante, el Señor, que me ama, dice en el Salmo 32…

Yo te instruiré,
    yo te mostraré el camino que debes seguir;
    yo te daré consejos y velaré por ti.

Salmo 32:8 (NVI CST)

Oración para concluir

Padre, ayúdame a vivir este día al máximo, siendo auténtica contigo en todo.
Jesús, ayúdame a darme a los demás, siendo amable con toda la gente con la que me encuentre.
Espíritu, ayúdame a amar a la gente que se encuentra perdida, proclamando a Cristo en todo lo que digo y hago. 
Amén.

*Catherine Clinton, Harriet Tubman: The Road to Freedom . (Little, Brown and Company). Kindle Edition. Loc 587

**Lillie B. Chase Wyman, The Story of Harriet Tubman p114.

***Robert Clemens Smedley, The History of the Underground Railroad, p250.

****Robert C Plumb, The Better Angels; Five Women Who Changed Civil War America, (2020)p158

*****Catherine Clinton, Harriet Tubman: The Road to Freedom. Loc 3840