Oración 24-7
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Parte 6 de 46
Hoy es martes, 8 de marzo. Es el Día Internacional de la Mujer y hoy meditamos en la devoción radical de una de las seguidoras de Jesús.
Juntos vamos a orar (O.R.A.R.) de forma muy sencilla cada día – ‘O’: OBSERVAR/parar y estar quietos. ‘R’ – REGOCIJARNOS con un Salmo y REFLEXIONAR en un pasaje de la Biblia. ‘A’ – APELAR/pedir a Dios que nos ayude a nosotros y a los demás y ‘R’ – RENDIRNOS a su voluntad en nuestras vidas pase lo que pase.
Ahora, al iniciar mi tiempo de oración, hago una pausa para estar quieta; para respirar lentamente, para re-centrar mis sentidos, que se encuentran dispersos, delante de la presencia de Dios.
Jesús, Tú eres el camino, la verdad y la vida. A través de esta época de Cuaresma, mientras medito en tu Santa Pasión, que mi amor sea reavivado, para que pueda vivir sacrificada y enteramente para Ti.
Hoy escojo regocijarme en la justicia y el gozo de Dios, uniéndome a la alabanza ancestral de todo el pueblo de Dios en las palabras del Salmo 45…
Tu trono, oh Dios, permanece por siempre y para siempre.
Salmo 45:6,7 (NTV)
Tú gobiernas con un cetro de justicia.
Amas la justicia y odias la maldad.
Por eso Dios—tu Dios—te ha ungido
derramando el aceite de alegría sobre ti más que sobre cualquier otro.
Ha sido un tiempo intenso y ajetreado en Jerusalén, y Jesús se retira a la cercana Betania para comer con sus amigos…
Estando Jesús en Betania, en casa de Simón llamado el Leproso, se acercó una mujer con un frasco de alabastro lleno de un perfume muy caro, y lo derramó sobre la cabeza de Jesús mientras él estaba sentado a la mesa.
Mateo 26:6-9 (NVI CST)
Al ver esto, los discípulos se indignaron.
―¿Para qué este desperdicio? —dijeron—. Podía haberse vendido este perfume por mucho dinero para darlo a los pobres.
Muchos se pasan la vida acumulando “ahorros”, ya sea acumulando el valor de una casa o un saldo considerable en su cuenta de pensiones. Ahorros guardados para cuando lleguen malos tiempos. Este frasco de alabastro era el equivalente a los ahorros de una vida en el siglo I; habría sido la seguridad financiera de esta mujer para su futuro. Seguridad que desperdicia en un único y escandaloso acto de devoción.
¿Escandalizaría a alguien mi nivel de devoción por Jesús?
Jesús: confieso que puedo darte por hecho; que mi corazón es a menudo tibio; mi devoción tenue. A menudo ni siquiera se me ocurre derramar mi persona y mis recursos como un regalo para ti.
Dios: crea una generación de amantes extravagantes. Aquellos que desperdician sus vidas y se gastan imprudentemente y sin cuidado sencillamente porque Tú eres digno; sencillamente porque Tú eres precioso.
Al volver al pasaje, abro mis oídos para escuchar tu Palabra, y mi corazón para rendirme a tu voluntad una vez más.
Estando Jesús en Betania, en casa de Simón llamado el Leproso, se acercó una mujer con un frasco de alabastro lleno de un perfume muy caro, y lo derramó sobre la cabeza de Jesús mientras él estaba sentado a la mesa.
Mateo 26:6-9 (NVI CST)
Al ver esto, los discípulos se indignaron.
―¿Para qué este desperdicio? —dijeron—. Podía haberse vendido este perfume por mucho dinero para darlo a los pobres.
Hora de confesarse. Odio el despilfarro. Puedo ser compulsivamente productiva; quiero que cada momento cuente, que cada uno de mis recursos sea aprovechado al máximo. Me veo reflejada en los discípulos que se escandalizan ante el derroche.
Dios: ayúdame a comprender y a convertirme en la clase de ofrenda que te agrada.
Me rindo hoy con las palabras de una canción que nuestra amiga Jill escribió en su juventud:
Soy como el frasco de alabastro, roto para ungir a mi maestro.
Jill Weber, Make My Life a Prayer.
El aceite precioso, el perfume de mi vida, es todo lo que tengo para aportar.
Lo veo gotear suavemente, sobre tu cabeza, tu barba, tu vestido.
Lo gastaré todo, lo daré todo.
Quiero ser una ofrenda.
Y ahora, mientras me preparo para llevar este tiempo de oración al día que tengo por delante, el Señor, que me ama, dice en el libro de Daniel…
Pero los santos del Altísimo recibirán el reino, y será suyo para siempre, ¡para siempre jamás!.
Daniel 7:18
Padre, ayúdame a vivir este día al máximo, siendo auténtica contigo en todo.
Jesús, ayúdame a darme a los demás, siendo amable con toda la gente con la que me encuentre.
Espíritu, ayúdame a amar a la gente que se encuentra perdida, proclamando a Cristo en todo lo que digo y hago.
Amén.
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