Hoy es jueves, 1 de diciembre, y durante este Adviento nos estamos preparando para celebrar el nacimiento de Jesús, reflexionando en las personas incluidas en su historia. Esta semana estamos escuchando las voces de los profetas según describen al Mesías que está por venir. 

Haz una pausa

Ahora, al iniciar mi tiempo de oración, hago una pausa para estar quieta; para respirar lentamente, para re-centrar mis sentidos, que se encuentran dispersos, delante de la presencia de Dios.

Haz una pausa y ora

Oración de Enfoque

Señor, en esta época de tanto ajetreo, por favor, ayúdame a estar quieta. Abro mis oídos ahora para escuchar cosas increíbles sobre ti, preparando mi corazón calladamente para el milagro de tu venida en Navidad.

Regocijarse y Reflexionar

Hoy escojo regocijarme en el poderío de Dios, uniéndome a la alabanza ancestral de todo el pueblo de Dios en palabras del Salmo 68…

Cantad al que cabalga por los cielos antiguos;
    su poderosa voz truena desde los cielos.
Contad a todos acerca del poder de Dios.
    Su majestad brilla sobre Israel;
    su fuerza es poderosa en los cielos.

Salmo 68:33-34 (NTV)

Haz una pausa y ora

Hoy considero cómo el Mesías prometido está lleno del Espíritu de Dios.

Del tronco de Isaí brotará un retoño;
    un vástago nacerá de sus raíces.
El Espíritu del Señor reposará sobre él:
    espíritu de sabiduría y de entendimiento,
    espíritu de consejo y de poder,
    espíritu de conocimiento y de temor del Señor.
Él se deleitará en el temor del Señor.

Isaías 11:1-3a (NVICST)

En Lucas 4:18, Jesús atribuye este pasaje, y otro, Isaías 61, a sí mismo, diciendo: ‘el Espíritu del Señor está sobre mí’. Tomo unos momentos ahora para considerar a Jesús: lleno de sabiduría, entendimiento, consejo, poder, conocimiento, y temor del Señor. ¿De qué faceta del Espíritu de Dios me siento más necesitada hoy, y por qué?

Haz una pausa y ora

Apelar / Pedir

Tomo unos momentos para agradecer al Espíritu Santo por esa faceta de su naturaleza. Quizás lo repito en voz baja para mí misma. 

Espíritu Santo, gracias por tu sabiduría. Eres sabiduría para mí.

Haz una pausa y ora

¿Cuál es la invitación de Dios para mí hoy, envuelta en esa dimensión de su Espíritu? ¿Hay algo que Dios quiere que crea sobre Él o sobre mí misma, algo que Dios quiere que haga en respuesta a este pasaje?

Haz una pausa y ora

¿Hay alguien a mi alrededor que necesita ser llenado con el Espíritu Santo de Dios? En silencio oro por ellos ahora, y en mi mente les imagino siendo llenados y recibiendo todos los buenos regalos de Dios.

Haz una pausa y ora

Rendirse

Al volver al pasaje, abro mis oídos para escuchar tu Palabra, y mi corazón para rendirme a tu voluntad una vez más…

Del tronco de Isaí brotará un retoño;
    un vástago nacerá de sus raíces.
El Espíritu del Señor reposará sobre él:
    espíritu de sabiduría y de entendimiento,
    espíritu de consejo y de poder,
    espíritu de conocimiento y de temor del Señor.
Él se deleitará en el temor del Señor.

Isaías 11:1-3a (NVICST)

En los jardines de la Abadía de Waverley hay una enorme cepa de un árbol aparentemente muerto. De él brota un nuevo y frondoso retoño, un recordatorio constante de que el Mesías estaba, y está, en el negocio de hacer nuevas todas las cosas.

Haz una pausa y ora

Oración de rendición

Dios, Te entrego todas las partes de mi corazón y de mi vida que se sienten recortadas como ese muñón, esos lugares en los que quizás hasta me siento muerta. Gracias porque Tú eres la resurrección, y porque me haces revivir.

Promesa de rendición

Y ahora, mientras me preparo para llevar este tiempo de oración al día que tengo por delante, el Señor, que me ama dice en 2 de Corintios: 

Por lo tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo!

2 Corintios 5:17 (NVICST)

Oración para terminar

Padre, ayúdame a vivir este día al máximo,
siendo auténtica contigo en todo.
Jesús, ayúdame a darme a los demás, 
siendo amable con toda la gente con la que me encuentre.
Espíritu, ayúdame a amar a la gente que se encuentra perdida,
proclamando a Cristo en todo lo que digo y hago.
Amén.