Oración 24-7
8 Mins. lectura
Hoy es viernes, 25 de febrero y queremos unirnos y orar por la crisis que está teniendo lugar en Ucrania.
Ahora, al iniciar mi tiempo de oración, hago una pausa para estar quieto; para respirar lentamente, para re-centrar mis sentidos, que se encuentran dispersos, delante de la presencia de Dios.
Dios del rescate y la restauración, Tú eres ‘nuestra ayuda segura en momentos de angustia’ (Salmo 46:1). Las preocupaciones de este mundo parecen abrumadoras, por eso hoy confío en ti y te pido: ‘Señor, enséñame a orar’. (Lucas 11:1)
Hoy escojo regocijarme en la protección de Dios, uniéndome a la alabanza ancestral de todo el pueblo de Dios en el Salmo 91…
Los que viven al amparo del Altísimo
Salmo 91:1-4 (NTV)
encontrarán descanso a la sombra del Todopoderoso.
Declaro lo siguiente acerca del
Señor: Solo él es mi refugio, mi lugar seguro;
él es mi Dios y en él confío.
Te rescatará de toda trampa
y te protegerá de enfermedades mortales.
Con sus plumas te cubrirá
y con sus alas te dará refugio.
Sus fieles promesas son tu armadura y tu protección.
Hoy me uno a cristianos de todo el mundo para orar por la crisis que se está desarrollando en Ucrania. Hago una pausa en mi ritmo habitual de reflexión y en su lugar hago mías las palabras de esta oración escrita por Pete Greig…
Padre Dios: Rey de todas las naciones, clamo a ti por el pueblo de Ucrania. Te pido que rescates de las manos de sus enemigos a los que se encuentran en una situación de vulnerabilidad, para que puedan vivir sin temor delante de ti todos sus días [Lucas 1:74-75].
Señor de señores y Príncipe de paz: nuestros políticos están prediciendo la mayor guerra en Europa desde 1945, y simplemente te pido urgentemente que escribas otra historia en nuestro tiempo. Desbarata las oscuras maquinaciones de los hombres malvados. Da sabiduría más allá de la humana a los pacificadores que buscan un camino equitativo y menos violento. Que los políticos ejerzan la sabiduría que viene de lo alto, que es pacificadora, amable, dispuesta a ceder y llena de misericordia. [Santiago 3:17].
Espíritu Santo: oro por la iglesia en Ucrania, una nación en la que el 70% de la población se considera cristiana. Da valor a nuestros muchos hermanos y hermanas de esa nación en esta crisis, que proclamen las buenas nuevas de tu reino, que sanen a los que tienen el corazón quebrantado, y que traigan consuelo a todos los que están de luto. [Isaías 61:1-2].
Tú, Señor: haz que cesen las guerras en toda la tierra; quiebra los arcos, destroza las lanzas, y arroja los carros al fuego [Salmo 46:9]. Y por eso te pido ahora que salves la vida de muchas personas en Ucrania. Crea una paz que sea fuerte y duradera. Haz que disminuya esta crisis. Escucho de guerras y rumores de guerra (Mateo 24:6], pero tú, Señor, eres nuestra roca, nuestra fortaleza y nuestro libertador. Mi esperanza está en ti. Y por eso me dirijo ahora a las naciones. En el nombre de Jesús digo: “«Quedaos quietos, reconoced que Él es Dios. ¡Él será exaltado entre las naciones! ¡Él será enaltecido en la tierra!» [Salmo 46:10].
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, concédenos la paz.
Amén
Y ahora, mientras me preparo para llevar este tiempo de oración al día que tengo por delante, el Señor que me ama me recuerda en el Salmo 91:
…«Rescataré a los que me aman;
Salmo 91:14-16 (NTV)
protegeré a los que confían en mi nombre.
Cuando me llamen, yo les responderé;
estaré con ellos en medio de las dificultades.
Les rescataré y les honraré.
Les recompensaré con una larga vida
y les daré mi salvación».
Oración para concluir:
Padre, ayúdame a vivir este día al máximo, siendo auténtico contigo en todo. Jesús, ayúdame a darme a los demás, siendo amable con toda la gente con la que me encuentre. Espíritu, ayúdame a amar a la gente que se encuentra perdida, proclamando a Cristo en todo lo que digo y hago.
Amén.