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12 March 2019
Read the Spanish translation/Traducción Español
The situation today puts the country and its people at a decisive crossroad. One path could lead to development and prosperity as a nation. The other could create a civil war with devastating consequences.
Prayer is the only element that can tip the balance.
After the end of World War II, Venezuela experienced an unprecedented development boost, becoming a home for immigrants from southern Europe, the Middle East and other Latin American countries.
However, in the 1980s, the economy began to wobble – its meltdown accelerated by corruption and poor stewardship.
Today, the country has gone from the land of plenty, to a place characterised by despair, hopelessness and a distorted outlook on life.
Venezuela has the highest inflation rate in the world – by the end of last year, prices were doubling every 19 days, on average. This has left many Venezuelans struggling to afford basic items. The minimum monthly salary is equivalent to just over US$6.
Last 22 February, Richard Branson sponsored a Live Aid event in the border between Venezuela and Colombia, which attracted around 350,000 people. The following day, Venezuelans of all ages attempted to cross the three bridges that connected both countries, to bring donations of food and medicine into the nation.
But they were met by fully armed Venezuelan National Guards and bands of militants empowered by the regime to attack civilians.
Two of the trucks that pushed through were burned as they attempted to cross and one of the drivers was killed, while young people tried to salvage what they could from the burning vehicles.
Meanwhile, on the southern border with Brazil, the indigenous Pemon people were attacked too. Local reports reveal more than 30 people were killed, and scores injured.
Here the aid did not get through either.
There is a political problem in the nation of Venezuela. The current president, Nicolas Maduro, was re-elected in May 2018, in a poll marred by opposition boycott and claims of vote-rigging. Now, it appears that the situation in Venezuela is worsening, day by day.
The Venezuelan Constitution makes provision in crisis situations like this, stating that in such cases the President of the National Assembly must take charge as Interim President, allowing for elections to take place within 6 months.
Many nations have responded positively to recognising Juan Guiado (current President of the National Assembly) as Interim President, including the United States, major Latin American nations, Canada, and the European Union.
However, other nations including China, Russia and Bolivia still support Maduro’s presidency.
We believe that prayer can change the situation and pave the way forward. Let us storm the heavens asking God.
1. For the Venezuelan Army to stand on the side of the people allowing Medicine and Food to come in
2. For the political unity around the constitution
3. For the children that are malnourished and ill. For those urgently needing medicines
4. For the youth who are weary and traumatised as they been opposing a government who has killed many of them
5. For wisdom and protection moving forward for interim president Juan Guaido and his family.
La situación actual pone al país y a su gente en una encrucijada decisiva. Un camino podría llevar al desarrollo y la prosperidad como nación. El otro podría crear una guerra civil con consecuencias devastadoras.
La oración es el único elemento que puede inclinar la balanza.
Después del final de la Segunda Guerra Mundial, Venezuela experimentó un impulso de desarrollo sin precedentes, convirtiéndose en hogar para inmigrantes del sur de Europa, Medio Oriente y otros países de América Latina.
Sin embargo, en la década de los 80s, la economía comenzó a tambalearse: su colapso se aceleró por la corrupción y la mala administración.
Hoy, el país ha pasado de la tierra de la abundancia a un lugar caracterizado por la desesperación, la desesperanza y una visión distorsionada de la vida.
Venezuela tiene la tasa de inflación más alta del mundo: a fines del año pasado, los precios se duplicaban cada 19 días, en promedio. Esto ha dejado a muchos venezolanos luchando por comprar artículos básicos. El salario mínimo mensual es equivalente a poco más de US $ 6.
El pasado 22 de febrero, Richard Branson patrocinó un evento de Live Aid en la frontera entre Venezuela y Colombia, que atrajo a unas 350,000 personas. Al día siguiente, venezolanos de todas las edades intentaron cruzar los tres puentes que conectaban a ambos países para llevar donaciones de alimentos y medicinas a la nación.
Pero fueron recibidos por guardias nacionales venezolanos totalmente armados, bandas de militantes facultados por el régimen para atacar a civiles, los llamados “colectivos”.
Dos de los camiones que empujaron fueron quemados cuando intentaron cruzar y uno de los conductores murió, mientras que los jóvenes intentaron salvar lo que pudieron de los vehículos en llamas.
Mientras tanto, en la frontera sur con Brasil, los indígenas Pemones también fueron atacados. Informes locales revelan que más de 30 personas murieron y decenas resultaron heridas.
Aquí la ayuda tampoco llegó.
Hay un problema político en la nación de Venezuela. El actual presidente, Nicolás Maduro, fue reelegido en mayo de 2018, en unos comicios marcados por el boicot de la oposición y los reclamos de fraude electoral. Ahora, la situación en Venezuela empeora, día a día.
La Constitución venezolana establece disposiciones en situaciones de crisis como esta, y establece que, en tales casos, el Presidente de la Asamblea Nacional debe asumir el cargo de Presidente Interino, permitiendo que las elecciones se realicen en un plazo de 6 meses.
Muchas naciones han respondido positivamente al reconocer a Juan Guiado (actual presidente de la Asamblea Nacional) como presidente interino, incluidos los Estados Unidos, las principales naciones latinoamericanas, Canadá y la Unión Europea.
Sin embargo, otras naciones, incluyendo China, Rusia y Bolivia, aún apoyan la presidencia de Maduro.
Creemos que la oración puede cambiar la situación y allanar el camino. Llenemos los cielos pidiendo a Dios.
1. Para que el ejército venezolano se ponga del lado de la gente permitiendo que la medicina y la comida entren.
2. Por la unidad política en torno a la constitución.
3.Por los niños que malnutridos y los enfermos. Para aquellos que necesitan medicamentos urgentemente.
4. Por los jóvenes que están cansados y traumatizados, ya que se han opuesto a un gobierno que ha matado a muchos de ellos.
5. Por sabiduría y protección avanzando para el presidente interino Juan Guaido y su familia.